Ortodoncia se encarga de la corrección de los dientes y huesos posicionados incorrectamente. Los dientes en mala posición y los que no muerden correctamente unos contra otro son difíciles de mantener limpios. Además corren riesgos de pérdida precoz debido a caries y enfermedades periodontales. También pueden ocasionar una tensión extra sobre los músculos de la masticación que puede generar dolores de cabeza, síndrome de ATM y dolores varios en cuello, hombros y espalda. Por demás los dientes girados o posicionados incorrectamente desmerecen nuestro aspecto. Los tratamientos ortodóncicos tienen la ventaja de proporcionarnos una boca sana, una sonrisa de aspecto agradable y dientes con mayores posibilidades de durar toda la vida.
Los retenedores en ortodoncia son la parte culminante de tu tratamiento de ortodoncia. Los retenedores son posicionadores que mantienen tus dientes en el lugar y posición ideales, una vez que te han retirado los brackets.
Cuando el ortodoncista retira los brackets, los dientes están ligeramente móviles, debido a que el hueso que existe alrededor de ellos, no se ha consolidado del todo. Un retenedor, funciona como férula de los dientes, manteniéndolos en la posición ideal, donde los brackets te los han dejado.
Los brackets, dentro del conjunto de un tratamiento de ortodoncia, son una serie de pequeñas piezas cuadrangulares que van pegadas a los dientes y que unidos entre ellos por un arco metálico, permiten el movimiento de los dientes para llevarlos a la posición deseada.
Existen diferentes tipos según su composición:
• Brackets metálicos: Están fabricados en acero por lo que resisten muy bien la humedad y la oxidación, además son fuertes y robustos. Son el tratamiento más económico, aunque también el menos estético.
• Brackets de resina o policarbonato: Son brackets estéticos de plástico a base de policarbonato. Son transparentes y, dentro del tipo de brackets estéticos, son los más económicos. Su mayor desventaja es que con el tiempo se tiñen y pueden deformarse, por ello solo se utilizan en tratamientos muy cortos.
• Brackets de cerámica: Este tipo de brackets son blancos opacos, lo que los hace mucho más estéticos que los metálicos.
• Brackets de zafiro: Estos brackets son los de más alta gama. Son transparentes por lo que en la boca son prácticamente invisibles y en consecuencia más discretos.
• Brackets linguales: Están fabricados en oro y a medida para cada paciente, pero a diferencia de todos los brackets anteriores que se colocan en la parte frontal de los dientes, éstos se ubican en la parte posterior, convirtiéndose en los brackets invisibles por excelencia.
Los aparatos funcionales son dispositivos intrabucales removibles, sueltos, que utilizan fuerzas musculares para efectuar cambios dentarios y óseos. Desarticulan los dientes, estimulan una nueva posición mandibular, requieren un sellado labial firme durante la deglución y alteran selectivamente los trayectos de erupción de los dientes.